Todos los dueños de perros que hayan tenido la desafortunada experiencia de ver cómo su mascota sufre una convulsión conocen la terrible sensación de impotencia que acompaña a este temido ataque. Las convulsiones en perros son un problema grave y puede convertirse en una experiencia estresante tanto para el perro como para el dueño. Cuando ocurre, es importante saber cómo reaccionar: simplemente debes dejar que la convulsión siga su curso y mantener la calma. Si la convulsión dura más de cinco minutos, es necesario informar al veterinario.
Disponer de suficiente información sobre las causas de las convulsiones en perros y cómo deberían tratarse puede ayudar a reducir la frecuencia de los ataques e incluso a detenerlos por completo. En primer lugar, es importante saber en qué consiste una convulsión.
Síntomas
Las convulsiones en los perros pueden ser de diferentes tipos, pero en la mayoría de los casos observarás que el perro experimenta los siguientes síntomas:
- Primero se pone nervioso, ya que sabe lo que va a ocurrir.
- Es posible que esté confundido y tal vez ni siquiera reconozca su entorno.
- Puede que empiece a temblar o su cuerpo empiece a ponerse rígido.
- En ocasiones, podría caerse o comenzar a mover las piernas y a temblar.
- El perro tendrá dificultad para respirar y, con frecuencia, expulsará saliva por la boca.
Las convulsiones epilépticas son las más frecuentes en los perros, y se cree que se transmiten genéticamente. Por esta razón, los perros que las sufren no deberían reproducirse. No obstante, muchos otros tipos de convulsiones pueden producirse por razones que se pueden tratar y prevenir más fácilmente.
Causas principales
La causa más común de las convulsiones son las toxinas o el envenenamiento por plomo. El envenenamiento puede haber sido causado por la ingestión de diferentes productos del hogar. La inhalación de los gases de escape de los automóviles o la contaminación industrial también pueden ser una importante causa de convulsiones. Algunos collares antipulgas y los esprays son tóxicos y pueden causar estos problemas.
La deficiencia de vitaminas en un perro hará que sea más susceptible a sufrir convulsiones que otros perros. Esta deficiencia también puede provocar otros problemas que, a su vez, podrían provocar ataques de convulsiones. Los parásitos, los problemas renales y los tumores cerebrales también pueden causar convulsiones. Es importante que lleves a tu perro al veterinario con frecuencia para vigilar estas enfermedades.
Qué hacer
Si crees que tu mascota está a punto de sufrir un ataque de convulsiones, dale una cucharada de miel. Esto aumenta los niveles de glucosa y reduce la gravedad del episodio. Después, debes crear un entorno tranquilo para el animal y, lo que es más importante, mantener la calma. No te disgustes: esto solo molestará más al perro y empeorará el ataque de convulsiones. Si esto le ocurre a un perro sano, no son necesarios cuidados de emergencia, aunque deberías programar una visita al veterinario.
Evitar convulsiones en perros
Se pueden considerar varias medidas de prevención para reducir la cantidad de convulsiones. En primer lugar, una dieta sana; después, eliminar toxinas de casa y del entorno cercano. Por último, pero no por ello menos importante: anima a tu perro a hacer ejercicio físico. Si practicas estos consejos, sin duda ayudarás a tu peque a mejorar su salud.
La información proporcionada en este artículo no sustituye la ayuda veterinaria profesional.
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